Aunque parezca misión imposible, mantener la línea en estos días no es tan complicado como pudieras pensar. No se trata de pasar desconsuelos ni de calcular mentalmente las calorías de todo lo que tomas. Son fechas especiales, en las que las comidas y cenas familiares son parte fundamental de las Fiestas y renunciar a ellas no tiene ningún sentido. ¿Una Navidad sin turrón?, ¿desaprovechar la oportunidad de saborear un delicado y sabroso plato especial? …impensable. Pero hay algunos “trucos” para evitar una “sobrecarga” innecesaria que haría que, pasadas las fiestas, te sintieras a disgusto por esos kilos que has cogido sin darte cuenta pero que costará perder.

La palabra clave es COMPENSAR. En primer lugar, no todos los días del periodo navideño son señalados e implican comidas o cenas especiales, por lo que, aprovecha las jornadas más tranquilas para que tu organismo se recupere de los excesos. Te costará muy poco porque si no estás acostumbrada a comer demasiado, tu propio cuerpo te pedirá (¡a gritos!) una dieta depurativa, desintoxicante y baja en grasas que le ayude a recuperar su equilibrio.

Tras varias jornadas de encuentros “pantagruélicos” es bastante habitual que aparezcan molestias estomacales derivadas de digestiones pesadas, sensación de vientre hinchado, debido a gases o retención de líquidos, y malestar general comúnmente conocido como empacho. En esos momentos, nada mejor que recuperar por unos días tu ritmo normal de alimentación haciendo especial hincapié en la ingesta de frutas y verduras, carnes magras, pescados hervidos o al horno y abundantes líquidos, especialmente agua e infusiones.

Menú Depurativo pra el “Día Después”

No caigas en la tentación de no comer al día siguiente, ni cometas el error de suprimir la cena tras una abundante comida o viceversa. Estas prácticas son perjudiciales para tu salud. Es mejor tener un menú alternativo para el día “después”. Como por ejemplo éste:

  • Desayuno: 1 lácteo (leche o yogur desnatado, Kéfir, bio…) + cereales integrales (con leche, en forma de barrita, etc) + 1 pieza de fruta o zumo natural.
  • Media mañana y merienda: una infusión: manzanilla, menta (muy digestiva), anís o hinojo (buena para aliviar los molestos gases), tomillo, etc. Puedes tomar una galleta integral, un biscote con jamón york o pechuga de pavo, u otra pieza de fruta.
  • Almuerzo y cena: Carne magra (ternera, pollo, pavo) / pescado blanco o azul / acompañado de verduras y hortalizas de temporada como la escarola, las endibias, el cardo, la alcachofa (alto poder diurético), el calabacín, etc.

Otra buena idea es intentar compensar una comida o cena fuerte con otra muy ligera, controlando así el total de calorías ingeridas a lo largo del día. En este “juego” para conseguir el equilibrio nutricional, tienes algunos alimentos especialmente recomendables por su capacidad diurética y antioxidante y por los beneficios que aportan a la regeneración de la flora intestinal, por ejemplo: el kéfir, magnifico contra digestiones pesadas, los zumos naturales de cítricos como la rica mezcla de naranja y pomelo, la piña, con elevadas dosis de potasio y con alta capacidad diurética, las alcachofas, que ayudan al hígado a depurar el organismo sobrecargado en estas fechas, los caldos vegetales, que recuperan el “espíritu”, alimentan, hidratan y aportan muy pocas calorías y las ya nombradas infusiones, perfectas en cualquier momento.

Kéfir de Leche

Combinando algunas de estas sugerencias con las opíparas comidas navideñas, conseguirás el equilibrio necesario para evitar esos molestos kilos de más.

Consejos Generales

Otros consejos generales, muy sencillos, en los que casi nunca reparamos pero que son importantes para mantener la línea a raya en estos días son:

  • Limita el consumo de pan (hay demasiadas cosas ricas y el pan puede suprimirse o restringirse al mínimo).
  • No te saltes ninguna comida con la idea de “ponerte morada” más tarde. Llegarás con más hambre y hasta puede que la cena te siente mal.
  • No te prives, todo está buenísimo y pruébalo pero con moderación (cuidado con los platos de la vajilla especial, la de las ocasiones, porque seguramente serán más grandes de lo normal y puede que te eches demasiada cantidad de comida). Raciones pequeñas y de todas (siempre podrás repetir de la que más te haya gustado).
  • Procura evitar en lo posible las bebidas con gas y controla el consumo de alcohol.
  • No abuses de las salsas.
  • No tienes que saltarte el postre pero ¡ojo! con la tradicional bandeja de turrones y golosinas navideñas. Coge una o dos y mejor retírala de la mesa para evitar tentaciones.
  • Por último recuerda que un buen paseo después de comer te sentará de maravilla y tu estómago lo agradecerá.

Fuente: Mujer de ëlite (http://www.mujerdeelite.com)

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