Es sabido que el desayuno es la comida más importante del día, pues brindará los nutrientes necesarios para que el cuerpo pueda desempeñarse correctamente a lo largo del día.

Eso solo se conseguirá con un platillo equilibrado, es decir, que contenga una cantidad muy específica de hidratos de carbono, proteína, grasa y fibra para que el cuerpo lo asimile de manera adecuada.

Para conseguirlo recuerda consumir al menos una fruta fresca, agregar algunos cereales integrales como la avena en copos y frutos secos.

También procura consumir algún derivado lácteo de fácil digestión: requesón, kéfir, yogur, queso fresco.

Fuente: El Siglo de Durango (www.elsiglodedurango.com.mx)

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