Es sabido que el desayuno es la comida más importante del día, pues brindará los nutrientes necesarios para que el cuerpo pueda desempeñarse correctamente a lo largo del día.
Eso solo se conseguirá con un platillo equilibrado, es decir, que contenga una cantidad muy específica de hidratos de carbono, proteína, grasa y fibra para que el cuerpo lo asimile de manera adecuada.
Para conseguirlo recuerda consumir al menos una fruta fresca, agregar algunos cereales integrales como la avena en copos y frutos secos.
También procura consumir algún derivado lácteo de fácil digestión: requesón, kéfir, yogur, queso fresco.