Nuestro cuerpo posee una flora que hay que respetar ya que de su equilibro depende la salud vaginal. La limpieza escrupulosa y unos hábitos saludables evitarán problemas

Virginia Ruipérez

La vagina es un conducto fibromuscular elástico recubierto con una mucosa poblada de microorganismos beneficiosos que la protegen de ser colonizada por virus, bacterias y hongos patógenos oportunistas que pueden causar una infección, como la cándida o el virus del papiloma humano. Por ello, lo más importante de la prevención es mantener la flora natural en perfecto equilibrio.

Debemos pensar en ella como en una “piel” y, como tal, protegerla, pero también alimentar la flora natural: el yogur y el kéfir son probióticos que contienen bacterias vivas beneficiosas, restauran la población de flora bacteriana amiga, refuerzan nuestro sistema inmunitario y mantienen un pH vaginal adecuado.

Pero para cumplir con su función preventiva y durativa han de contener bacterias vivas. El yogur ha de ser ecológico, sin aditivos alimentarios como colorantes o saborizantes y sin endulzar. También convienen los alimentos prebióticos: los hidratos de carbono no digeribles como la fibra vegetal estimulan el crecimiento de las bacterias beneficiosas.

Proteger la mucosa

El riesgo más habitual que sufre nuestra mucosa es la excesiva higiene vaginal. Lo mejor es lavarse una vez al día, y solo con agua, sin jabones o desodorantes vaginales, ya que la excesiva higiene genital o el uso de estos productos modifica el pH vaginal natural, cambia la flora y rompe el equilibrio bacteriano protector, favoreciendo el sobrecrecimiento de flora nociva que provoca infecciones.

El mismo consejo vale para la ducha diaria: no uses jabones en tu zona genital, y para el resto del cuerpo, elige jabones hechos de sustancias naturales.

Lo mejor es lavarse una vez al día y solo con agua, sin jabones o desodorantes vaginales

Limpia siempre tu zona genital desde delante hacia atrás, desde la vagina al ano y no al contrario, para evitar que bacterias del ano pasen hacia el interior de tu vagina y puedan colonizarla y desequilibrar la flora.

Algunas mujeres también son sensibles a los perfumes tanto del papel higiénico como de los jabones o suavizantes con los que lavamos la ropa interior. Por ello es importante elegir un papel higiénico sin aromas ni diseños gráficos impresos y lavar la ropa con jabones naturales y sin suavizantes.

En la menstruación

Elige compresas de materiales naturales para evitar la exposición a sustancias químicas nocivas, como blanqueantes, que pueden debilitar la flora amiga vaginal. Puedes encontrarlas en tiendas de productos ecológicos.

Evita también el uso de tampones, ya que lo natural es que la sangre menstrual fluya hacia el exterior de nuestro cuerpo y caiga por gravedad. ¿Has probado a utilizar las copas vaginales? Su uso se está popularizando y ya no solo las puedes encontrar en establecimientos ecológicos. Muchas farmacias las tienen a la venta y allí te informaran de la sencillez y comodidad de su uso.

Fuente: Cuerpomente (www.cuerpomente.com)

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