La cuesta de enero no solo es económica, si no también se da en la salud. Después de los festejos las personas aprovechan para volver a “portarse bien”.

Empezar una dieta o volver al ejercicio es lo que siempre se busca al inicio del año, sin embargo, para reducir el impacto de los excesos, prevenir enfermedades y lograr un cambio verdadero, se debe realizar de forma ordenada y correcta.

“Durante diciembre se reduce mucho el ejercicio físico, se realizan actividades laborales estresantes por cierres o repuntes, y se intensifican los problemas de tránsito e inseguridad, lo que aumenta el nivel de estrés. Además, los hábitos alimenticios y de descanso también cambian por la anticipación en fiestas y grandes comidas familiares”, explica la Dra. Alicia Marín, asesora médica de GNC y especialista en medicina natural.

Los órganos más afectados luego de los excesos de las festividades son: el sistema circulatorio, respiratorio, colon, hígado, riñones y piel.

Para iniciar el cambio se debe aumentar el consumo de agua o jugos naturales; incluir alimentos o suplementos con probióticos; evaluar y mejorar la calidad de los alimentos que se utilizan y buscar alternativas más saludables, como los vegetales y huevos libres de químicos.

Daniel Monge U

Fuente: La República.net (www.larepublica.net)

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