Si empiezas por lo sencillo, poco a poco querrás experimentar más. Esta receta te aporta beneficiosos probióticos. ¡Con el tiempo te conquistarán!
La fermentación es un proceso sencillo que puedes realizar en casa. Solo necesitas algunos utensilios habituales en la cocina y muchas ganas de experimentar.
Gracias a la fermentación de los alimentos se obtienen probióticos, microorganismos vivos que enriquecen y equilibran la flora intestinal, potenciando nuestra salud.
Para adentrarte en este mundillo, puedes empezar con el kéfir de agua. todo un clásico. Cuando la domines, seguro que te animas a seguir probando.
Yo lo consumo casi a diario y es ideal en ayunas.
Receta de kéfir de agua
Necesitas hacerte con unos gránulos, que puedes comprarlos aquí.
Ingredientes
- 1 litro de agua filtrada.
- 40 gramos de azúcar.
- 4 cucharadas de nódulos de Kéfir de Agua.
- Medio limón.
- 20 gramos de pasas.
Preparación
- Mezcla el azúcar con el agua.
- Agrega los gránulos de kéfir, el limón y las pasas (u otro fruto seco como dátiles o higos).
- Tapa con un paño y deja fermentar 48 horas (menos o más según te guste de fuerte).
- Cuélalo, añade el limón, sin exprimir (me encanta el sabor que da, pero puedes no usarlo), y a la nevera. La nevera es básica para que fermente más y genere esa efervescencia típica de las bebidas gaseosas.
Algunos consejos de elaboración
Hay que abrir la botella de vez en cuando para que no se acumule demasiado gas carbónico; si pasa mucho tiempo podría salir a toda presión.
Una vez colado, puedes añadir fruta o una infusión al kéfir y dejarlo 24 horas más.