¿Conocemos realmente qué son el Kéfir y la Kombucha y sus beneficios? ¿Son los dos iguales y tienen la misma función? Hoy os contamos un poco más y hablamos sobe los mitos y falsas creencias a los que están expuestos.
– El kéfir y la kombucha son lo mismo que los probióticos en cápsula.
FALSO: La cantidad y el tipo de microorganismos en cada uno es diferente.
Sabemos que los probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en cantidades suficientes, promueven beneficios en nuestra salud. Ahora bien, ¿es lo mismo el kéfir y la kombucha que los probióticos en cápsulas? La respuesta es no.
En las bebidas de kéfir y kombucha encontramos una gran cantidad de microorganismos, el crecimiento de los cuales no ha sido controlado. En referente a las cápsulas, podemos encontrar diferentes tipos de microorganismos ya que estos han sido seleccionados previamente. Al igual pasa con el número de microorganismos presentes en cada cápsula. Además, las cápsulas (de buena calidad) están recubiertas de un material para asegurar su llegada al intestino y colon.
– El kéfir de agua y la Kombucha no son perecederos
CIERTO: La fermentación y el medio ácido impiden el crecimiento de microorganismos.
El crecimiento de las bacterias acidifica el medio lo que permite que no se contamine con hongos u otros microorganismos. Las bebidas con un pH menos ácido (mayor de 4.6) incrementa el riesgo de contaminación por otras bacterias. El descenso del pH se produce durante la fermentación de la bebida. La preparación de la kombucha requiere de ambientes higiénicos con el objetivo de evitar su contaminación. La preservación del medio ácido en las fases de elaboración de la kombucha, es precisamente lo que más protege de la contaminación bacteriana. Las normas de elaboración exigen siempre la manipulación y almacenamiento de los recipientes en sitios limpios.
– La kombucha es apta para personas diabéticas.
CIERTO: El proceso de fermentación reduce la cantidad de azúcares presentes.
La kombucha es una bebida ancestral de naturaleza fermentada lo que significa que se utiliza azúcar para producir la fermentación. Sin embargo, la mayoría del azúcar presente en el té en el momento de la fermentación será convertido en ácidos orgánicos. Podemos decir que una mínima parte del azúcar permanecerá en el té pasado 7 días de fermentación, y pasado 14 días el azúcar será casi imperceptible.
La kombucha puede ayudar a los diabéticos porque ayuda a regular la presión arterial gracias a que ésta contiene un compuesto llamado heparina, responsable de dilatar los vasos sanguíneos estimulando una buena circulación. Además, la kombucha también ayuda a nivelar el colesterol, proporciona un gran estímulo energético y mejora la digestión poblando la flora intestinal con más de 1 billón de bacterias benéficas.
– El kéfir es apto para intolerantes a la lactosa.
CIERTO: El kéfir de leche por su proceso de elaboración queda libre de lactosa.
El kéfir de leche es una bebida conocida por sus beneficios terapéuticos. Los granos de kéfir están compuestos por levaduras, bacterias, proteínas y polisacáridos. La leche fermentada a partir de estos granos, contiene alrededor de 3 veces más probióticos que el yogur (bio) tradicional.
En pocas palabras, estos microorganismos (levaduras y bacterias) en realidad se alimentarán de lactosa y azúcar que está presente de forma natural en la leche. Por lo tanto, la leche está bien modificada y al final está prácticamente libre de lactosa y está enriquecida con muchas vitaminas y minerales.
Con esto queremos decir que el Kéfir de leche está libre de lactosa por lo que un intolerante a la lactosa podría tomarlo (intolerante a la proteina de la leche no), aunque si eres intolerante te recomendamos probarlo y ver cómo te sienta, ya que cada nivel de intolerancia es distinto. Si no, puedes optar por probar con el Kéfir de agua o de frutas.
Ahora, si alguien te pregunta por estas bebidas que están tanto de moda, ya podrás demostrar que sabes algo más sobre el kéfir y la kombucha y que eres todo un experto o experta.