Padecer sobreproducción de gases a nivel intestinal no solo provoca hinchazón y malestar, sino que también puede provocar mucho dolor. Las causas pueden ser diversas, y vamos a analizar las principales.
La formación de gases depende mucho de cada persona, pero se puede mejorar mediante una correcta alimentación, evitando las comidas abundantes y fuertes, y haciendo las 5 comidas al día. No hay que abusar de los platos muy condimentados ni de las bebidas gaseosas.
Es recomendable masticar bien, beber despacio y evitar comer chicle con frecuencia, ya que puede favorecer ingerir más aire de la cuenta. Los fritos, rebozados o platos pesados en general tampoco son recomendables, al igual que la pasta poco cocida o el pan recién horneado tipo baguette.
Ciertas verduras y todas las legumbres, sobre todo con piel, provocan flatulencia. Para saber qué alimento nos causa malestar hemos de estar atentos y escuchar a nuestro cuerpo, ya que si somos propensos a formar gases habrá ciertos productos o cantidades de estos que nos sentarán mejor o peor.
Las infusiones de menta, anís, salvia, hinojo o manzanilla ayudan a la digestión, también las podemos acompañar con un poco de anís verde o comino. Las infusiones de hierbabuena relajan los músculos del intestino grueso, es decir, del colon, y ayuda a aliviar el malestar causado por el exceso de gases.
Si estas recomendaciones no son suficientes para encontrarnos mejor hemos de valorar el aporte de probióticos en nuestra dieta. Los probióticos presentes en los yogures enriquecidos u otros productos como por ejemplo el kéfir, nos ayudan a repoblar nuestra flora intestinal, reduciendo así la producción de gases, encontrándonos mejor y reduciendo el volumen del vientre, por lo tanto, aparte de encontrarnos mejor nos vemos mucho más esbeltos.