Con los mismos nódulos del kéfir de Agua o Frutas podemos preparar una bebida con zumo de uva. Si usamos uvas oscuras, al cabo de un tiempo los granos del kéfir cogen el tono oscuro de las uvas. La razón de que las uvas sean oscuras es que contienen pigmentos rojos, como los granos de este Kéfir llegan a tintarse con estos pigmentos no tienen el usual color blanco.
Para hacer “Kéfir de uva” se usa una parte de zumo de uva y una parte de agua. Como ingrediente adicional se puede añadir algunas hojas de menta fresca. No rellenar la jarra de Kéfir más de 2/3 de total, tapar con un paño y dejarlo fermentar durante 48 horas con los granos de Kéfir. Colar el “Kéfir de uva”, el cual cambia para parecerse al Champán por su contenido burbujeante … de hecho, si fermentas añadiendo un poco de zumo de uvas verdes (sin madurar), puedes tener un auténtico y saludable Champán alternativo, el sabor del cual se parece mucho al Champán real.
Necesitas añadir un 1/4 de volumen de zumo de uvas verdes por cada 3/4 de zumo de uvas maduras en la jarra. Una opción al zumo de uvas verdes inmaduras es usar en su lugar zumo de limón. Añadir el zumo de 1 limón por cada 500 ml. y fermentar como normalmente.
Cuando se realiza Kéfir de uva, puedes usar zumo de uva embotellado, siempre y cuando sea 100% puro zumo, sin ningún conservante añadido. Aunque usando zumo de uvas recién exprimidas se tiene la ventaja de añadir otra beneficiosa bacteria y hongo (Saccharomyces “saccharo=azúcar ” “myces=hongo”) que forman parte de la microflora nativa de las frutas frescas maduradas orgánicamente. Esta es la película blanca que se ve en la piel de las uvas. Puedes usar zumo de uvas blancas o negras como ingredientes para hacer el Kéfir de uva.
A veces obtener el zumo de uva en casa es una tarea tediosa y molesta aun teniendo una licuadora. Esta separa la pulpa y los pellejos para extraer el jugo y además las pepitas pueden dañarla. El turmix (batidora de jarra) es mas adecuado siempre que se use a pocas revoluciones.
Para mi punto de vista es mas adecuado y recomendable extraer el zumo de uva a mano. Esto que en principio puede parecer laborioso no lo es en absoluto y ofrece la ventaja de los métodos tradicionales sin usar metales ni altas revoluciones que transforman la estructura original de la fruta.
Simplemente lava bien las uvas con una mezcla de agua y limón exprimido, agua fermentada o vinagre. A continuación sitúa las uvas desgranadas en el recipiente fermentador y machaca con un barrote de madera no tratada (Un rodillo de amasar, la mano de un mortero etc.) o directamente con el puño. Luego agrega el agua y el cultivo. La fermentación se encargara de extraer lo que no se halla sacado a mano.
El único problema de este método es que tenemos materiales sueltos que dificultan la separación de los tibicos. Esto se soluciona poniéndolos dentro de una bolsa de tejido natural o simplemente se usan granos sobrantes del cultivo habitual con agua y azúcar. También se podría hacer con agua ya fermentada sin los granos o con ambos.