¡Esta kombucha de arándanos y plátanos es un clásico instantáneo, con un suave sabor a plátano que te encantará!
Para una fruta tan naturalmente dulce y clásica como el plátano, ¡es maravilloso que nos haya tomado tanto tiempo incluirla en nuestra kombucha en esta segunda fermentación!
¿El resultado? Una kombucha que no necesita miel o azúcar añadida para fermentar y convertirse en una bebida bien gasificada y carbonatada. El sabor a plátano es bastante suave, lo que le da a esta kombucha un sabor sútil al plátano, mientras que las bayas ocupan el lugar central.
Hay dos fases principales de fermentación al hacer tu propia kombucha casera:
- Primera fermentación: aquí es cuando transformas el té dulce en una kombucha ácida y deliciosa (puedes ver cómo se prepara aquí).
- Segunda Fermentación: Esto es cuando carbonatas la kombucha agregando sabores y azúcares (como arándanos y plátano) y embotellándola.
¡Para hacer esta kombucha de arándanos y plátanos, deberás haber terminado la primera fermentación y tener unos 2 litros de kombucha lista para ser aromatizada y carbonatada!
Ingredientes para la Kombucha de plátano y arándanos
- 2 litros de kombucha de una primera fermentación.
- 1 plátano.
- 1/2 taza de arándanos (frescos o congelados y descongelados).
Preparación de la Kombucha de plátano y arándanos
- Puré de frutas: Haz un puré machacando el plátano y los arándanos hasta que quede una pasta.
- Botella: Distribuye uniformemente la fruta en las botellas de fermentación. Vierte la kombucha de la primera fermentación, dejando entre 2 y 5 cm libres en la parte superior.
- Fermentar: Coloca las botellas en un área oscura a temperatura ambiente durante 3 a 10 días, hasta que alcance el nivel de carbonatación que desees. Este proceso será más rápido en climas más cálidos y más lento en climas más fríos.
- Disfrute: Enfría en el refrigerador antes de servir, opcionalmente colando las fibras. Se puede almacenar en el refrigerador, bien cerrado, durante varias semanas.
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