¿Sabéis qué es el kéfir? ¿Lo habéis probado alguna vez? Muchos de vosotros seguro que sí y además habréis escuchado que es un excelente probiótico que aporta multitud de beneficios a nuestra salud. Hoy hablaremos un poco sobre todo esto, de cómo lo podemos aprovechar tanto por dentro como por fuera de nuestro cuerpo y os enseñaremos a realizar una sencilla mascarilla de kéfir y arcilla, ideal para pieles grasas o con acné.

¿Qué es el kéfir?

El kéfir es un producto lácteo, resultado de la fermentación lacto-alcohólica de la leche mediante los gránulos de kéfir. Estos gránulos, similares a una masa de coliflor gelatinosa, contienen bacterias y levaduras que provocan este proceso. El resultado es un yogurt tirando a líquido y con un sabor un tanto ácido.

Existe el kéfir de leche y de agua, con diferencias en sus propiedades entre ellos, aunque el más conocido y consumido es el de leche.

¿Qué propiedades tiene el kéfir?

La leche kefirada ha sufrido una fermentación en la que se han descompuesto muchos de sus azúcares, entre ellos la lactosa. Esto hace que sea mejor tolerada por el cuerpo humano.

Además es uno de los mejores probióticos que tenemos a nuestra disposición. Esto quiere decir que contiene una serie de microorganismos vivos que consumidos en las cantidades adecuadas aportan beneficios a nuestra salud. En este caso, actúa reforzando nuestra flora intestinal, colaborando con la digestión, desintoxicando el organismo y favoreciendo la absorción y asimilación de gran cantidad de nutrientes.

¿Cuáles son los beneficios del kéfir para la salud?

Al kéfir, consumido de forma habitual, se le atribuyen una serie de beneficios como resultado de sus cualidades probióticas:

  • Favorece la digestión, ya que refuerza y repobla la flora intestinal y ayuda a asimilar muchos alimentos. Esto hace que sea especialmente recomendado en personas que sufren habitualmente desajustes gastrointestinales.
  • Refuerza el sistema inmune y ayuda a luchar contra infecciones. Nos mantiene fuertes frente a hongos y bacterias que puedan penetrar en nuestro organismo.
  • Colabora en la síntesis de vitaminas del grupo B y es una fuerte importante de calcio, fósforo y potasio. Esto ayuda a fortalecer nuestro organismo y mantener nuestro sistema nervioso en buen estado. Por eso se recomienda en estados de estrés, ansiedad o bajo estado de ánimo.
  • Favorece la regulación de los ácidos grasos en sangre ayudando a mantener unos niveles adecuados de colesterol
  • Regula la secreción grasa de la piel y le aporta micronutrientes ayudando en casos de acné e incluso de problemas como eccema, dermatitis o psoriasis.
  • Puede ser una forma de aprovechar los beneficios de los lácteos en personas con cierta tolerancia a la lactosa, ya que gran parte de ésta se descompone durante la fermentación.

Receta de Mascarilla de Kéfir y Arcilla para piel grasa o con acné

El kéfir, además de tener numerosos beneficios para nuestra salud, también puede ser empleado para aprovechar estas propiedades en cosmética. Con él podemos elaborar cremas, aguas de lavado o mascarillas tanto capilares como faciales y corporales. Una de sus propiedades más conocidas es la de regular la secreción de grasa de la piel y controlar el acné. Por eso hoy os enseñamos cómo realizar una sencilla mascarilla facial para pieles grasas o con acné. Os recomendamos emplear esta mascarilla una vez por semana o cada dos semanas, ya que al ser bastante astringente un uso excesivo puede resecar la piel.

Qué necesito para elaborar una mascarilla facial de Kéfir y arcilla?

  • 1 cucharada colmada de arcilla roja.
  • 2 cucharadas de kéfir de leche.
  • 1 cucharadita de miel.

Preparación de la mascarilla facial de Kéfir y arcilla

  1. Echa la arcilla en un bol de cerámica o cristal.
  2. Añade una a una las cucharadas de kéfir, removiendo bien cada una de ellas, hasta que obtengas una pasta ligera y homogénea. La consistencia del kéfir no siempre es la misma, así que  la cantidad a emplear es orientativa.
  3. Añade una cucharadita de miel y vuelve a mezclar.
  4. Reparte la mascarilla por el rostro respetando el contorno de ojos. Déjala reposar unos 15-20 minutos y aclara con agua tibia. No olvides tonificar e hidratar tu piel inmediatamente después.
Fuente: The Cosmethics (https://magazine.thecosmethics.com)

Te recomendamos nuestros nódulos de kéfir