Últimamente el kéfir se ha convertido en uno de los “súper alimentos” por sus propiedades probióticas, modulación del sistema inmunitario, cicatrización de heridas y regularización de la flora intestinal. Vamos, una buena opción natural y saludable para cualquier problema digestivo.
Unido todo lo anterior a las propiedades del aguacate y los arándanos, hace de este postre un “chute” para el organismo.
Ingredientes
- 250 ml kéfir probiótico sin conservantes ni colorantes.
- 1 aguacate maduro.
- 18-20 arándanos grandecitos.
- 1 cucharada semillas de sésamo.
- 1 cucharada semillas de chía.
- 1-3 dátiles, según el dulzor que queráis aportar.
- mezcla de semillas.
Pasos (15 minutos + 30 minutos de reposo)
- Lo primero que haremos será mezclar las semillas de chía con un par de cucharadas de kéfir para que vayan hidratándose 10 minutos.
- Lavamos los arándanos. Abrimos el aguacate, quitamos el hueso y vaciamos. En un vaso de batidora que NO sea metálico, alteraría el sabor, ponemos el resto del kéfir, el aguacate, las semillas de sésamo, los arándanos y los dátiles picados y sin hueso. Trituramos bien. Cuando tengamos todo bien triturado, añadimos las semillas de chía que teníamos hidratándose. Mezclamos todo muy bien.
- Vertemos en los recipientes que usaremos para servir. Decoramos con unos arándanos, 1 dátil picado y semillas. Guardamos en el frigo media hora para que la chía forme más consistencia.
Fuente: Cookàd (https://cookpad.com)