Introducción sobre prebióticos y probióticos
Los prebióticos son carbohidratos no vivos y no digeribles que se encuentran naturalmente en una variedad de alimentos. Ayudan al sistema digestivo al producir el crecimiento de bacterias buenas. Los prebióticos y los probióticos trabajan juntos en equilibrio para garantizar que nuestro sistema digestivo en equilibrio y goce de buena salud.
Se ha investigado que consumir una variedad de fuentes de alimentos prebióticos y probióticos puede mejorar las funciones naturales de su cuerpo, incluidos nuestro sistema inmunológico y digestivo.
Comida simbiótica: prebióticos y probióticos a la vez
Para optimizar el ambiente para los probióticos, se recomienda consumir un prebiótico acompañante. Los simbióticos son alimentos o suplementos que contienen prebióticos y probióticos. No dejes que el nombre te intimide, es muy simple. Si estás preparando un batido de kéfir (una fuente de probióticos) o vertiéndolo sobre granola y fruta (fuente de prebióticos), estás comiendo una comida simbiótica.
Los alimentos que contienen prebióticos incluyen frutas, verduras, legumbres y granos integrales. Simplemente combínalos con alimentos ricos en probióticos como Kéfir o Kombucha.
Vamos ahora con esta estupenda receta de Galletas de Kéfir. ¡Por fin unas galletas probióticas!
Ingredientes para elaborar Galletas de Kéfir
- 2 tazas de harina.
- 2 cucharaditas de polvo de hornear.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio.
- 1 cucharada de azúcar.
- 3/4 cucharadita de sal.
- 9 cucharadas de mantequilla fría.
- 1 taza de kéfir de leche.
Preparación de la receta de Galletas de Kéfir
- Precalienta el horno a 230 °C y forra una bandeja para hornear con papel vegetal.
- En un tazón tamiza juntos los ingredientes secos.
- Añade la mantequilla y mézclala con los ingredientes secos lentamente con una batidora. Mezcla bien hasta que la mantequilla se derrita completamente.
- Añade ahora 1 taza de kéfir frío, solo hasta que la mezcla quede humedecida. La masa no debe estar demasiado húmeda, sino ligeramente pegajosa.
- Amasa y estira la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que mida aprox. 2,5 cms de alto. Con la ayuda de un molde de galletas, corta rodajas de unos 5 cms de diámetro.
- Coloca las galletas a 5 cms de distancia entre ellas en la bandeja para hornear. Pinta su parte superior con un poco de mantequilla derretida. Hornea a 230 °C durante 13-15 minutos hasta que estén ligeramente doradas e hinchadas.
- Puedes pintar las galletas con más mantequilla derretida después de sacarlas del horno.
¡Servir y disfrutar!